PRIMERAS CIVILIZACIONES

PRIMERAS CIVILIZACIONES


Si hay un conjunto de pueblos que condicionaron el devenir de la historia, son los que forman las primeras civilizaciones. Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma fueron admirables por sus grandiosas aportaciones a la historia humana. A continuación, explicaremos extensamente sus principales características en cuanto a vestimenta.


LA VESTIMENTA EN MESOPOTAMIA

Ubicada  entre los ríos Tigris y Éufrates,  fue un foco de civilización importante desde el cuarto al primer milenio antes de Cristo, sucediéndose varias civilizaciones, la sumeria, la babilónica y la asiria. 

 Mapa de la situación geográfica de Mesopotamia.

La vestimenta sumeria.

Los sumerios vestían pieles y pellejos que se llevaban con el vellón hacia fuera y luego  tejidos, cabras y ovejas proporcionaban la materia prima para estas primeras prendes de vestir. Las pieles fueron utilizadas en faldas y en mantos para formar un vestido completo. La prenda de vestir más antigua es el faldón a media pierna, adornado con una borla por detrás y arrugado en la cintura por un cinturón. Otra prenda antigua es un largo chal de lana, compuesto según las representaciones de vellones, de pieles o de tejidos lisos u ondulados.
Al principio los sumerios llevaban cabellera larga y barba. Después llevaron la cabeza rapada y solían ser imberbes. Parece que se trata de modas. En las mujeres, la mayoría de las veces los cabellos largos se anudaban formando un  pesado moño que se envolvía en una especie de red o en una tela plisada .En la clase más elegante, la cabellera se enrollaba sobre las orejas, con un gran moño y cintas trenzadas puestas en forma de arcos sobre la cabeza.
Los guerreros llevan un vestido de franjas más o menos largas, con el brazo derecho descubierto y un espeso nudo en la espalda. La característica más curiosa consiste en una larga banda de cuero claveteada que protege el pecho y el vientre y va echada sobre el hombro izquierdo, descendiendo por la espalda.

La vestimenta en Babilonia y en Asiria.

La moda de las prendas de vestir gruesas se desarrolló  en  Babilonia y en  Asiria. . Debido al clima no se ha conservado ningún tejido. El vestido largo de tipo sumerio que deja libre el antebrazo sigue utilizándose constantemente. Las mujeres del pueblo lo llevaban ceñido en la cintura mediante un cinturón redondo. Sobre este largo vestido se drapeaba una especie de manto de una sola pieza, sujetado en la parte derecha superior del pecho, echado sobre el hombro izquierdo y que caía luego hacia los pies.
En Asiria los hombres lucen abundante cabellera, que les cubre las espaldas, rizada con hierros de ondular pequeños, y barba larga. Llevaban unos pendientes largos en forma de nueces o anillos y en el cabello una cinta cubierta de rosetas de orfebrería. En el cuello, collares de varias hileras, compuestos de elementos talismáticos, y en los brazos y puños unos largos brazaletes.

En el traje de guerra, los soldados de infantería y caballería van vestidos con una uniformidad relativa: túnica corta con flecos, cinturón ancho y casco cónico forrado de cuero. 

LA VESTIMENTA EN EL ANTIGUO EGIPTO
La civilización egipcia aparece  en el valle del  Nilo. 
Situación geográfica de Egipto.

La vestimenta egipcia se conoce bastante bien gracias al gran número de representaciones pictóricas de todas las épocas. Las prendas se confeccionan mayoritariamente en lino. El color predominante es el blanco. 
La vestimenta indica la estricta naturaleza jerárquica de la sociedad egipcia y la marcada escala social. Cuanto más alto era  el rango de una persona, mejores telas podía usar. En el otro extremo del escalafón social la pequeña falda que llevaban los plebeyos era de fibras vegetales o cuero.
Los hombres del Imperio Antiguo utilizaban el schenti o faldellín, tela rectangular cuyos extremos se cruzaban y anudaban a la altura de la cadera y que llegaba por encima de las rodillas. Los trabajadores iban desnudos o con un ligero paño de lino, más pequeño, a modo de “chiripá”, lo que posibilitaba el movimiento. Los hombres importantes suelen utilizar una capa o saya sobre los hombros para cubrirse el torso.
 
Pantalones Schenti egipcio.

La mujer utiliza el kalasiris, vestido de forma sencilla: cae desde el pecho hasta encima de los tobillos y se sujeta con dos tirantes. 
Vestitdo Kalasiris egipcio representado en una escultura.

El busto se muestra sin reparos. El vestido se ajusta desde debajo del pecho hasta el tobillo. El kalasiris se sujeta a la cintura con fajines de colores que se entreabren dejando ver las piernas de su dueña. Sobre él se superpone una saya o capa corta plisada con la que se cubren los hombros. 
Las sandalias se consideran la forma más idónea de proteger los pies de la arena caliente del desierto. Las básicas tienen forma de chancla y consisten en dos tiras y una suela. Las utilizan tanto hombres como mujeres. 

Los peinados, al igual que los vestidos, indican el rango de una persona. Los niños llevan el cabello corto. Las mujeres casadas lucen lo que se conoce como “peinado en tres partes”: mechones a la altura del hombro enmarcan el rostro por ambos lados y el resto del cabello cae hacia atrás. Los reyes y los nobles se afeitan la cabeza y llevan pelucas de cabello natural, que los esclavos cepillan y arreglan cuidadosamente. 
Para los antiguos egipcios es muy importante el aseo personal. Lo realizan a diario tanto las clases elevadas con una suerte de ducha, como los esclavos que se bañan  en el Nilo.
Las mujeres se cubren las canas con diferentes tónicos y se pintan los labios. La pintura de los ojos tiene fines terapéuticos: prevenir enfermedades oculares. 

Maquillaje egipcio. 


LA VESTIMENTA EN GRECIA 

La ropa era muy sencilla. Las prendas se obtenían de un rectángulo de tela y solían llevarse envueltas o drapeadas; el  cosido era mínimo. El hecho de que las prendas de lana fueran las predominantes significa que la mayor parte de la ropa tenía una tonalidad blanquecina. 
La prenda indispensable del vestuario griego es el chiton, o túnica, que llevaban tanto hombres como mujeres. Se trataba de una pieza de tela de lana, rectangular y de gran tamaño, envuelta sobre el cuerpo, cubría el brazo izquierdo y dejaba el derecho al descubierto. Se sujetaba en el hombro izquierdo o en los dos hombros mediante alfileres o broches (fíbulas).

Ilustración del chitón y representación gráfica en una escultura de la época.

El chiton de las mujeres se confeccionaba con una tela más fina que el de los hombres.     Una prenda habitual en las mujeres era el peplo dórico: un simple rectángulo de tela tejida. Se llevaba drapeado envolviendo el cuerpo y se sujetaba en los hombros con alfileres o fíbulas; la tela sobrante se doblaba hacia arriba. Encima de la túnica, las mujeres utilizaban el manto masculino, el himatión, abrochado en un hombro o en el otro, y del cual dejaban caer el extremo por delante.
El chiton de los hombres era mucho más ancho que el de las mujeres.  Posteriormente, este chiton fue sustituido por una versión más corta que llegaba sólo hasta la rodilla. 
Otro elemento indispensable del vestuario masculino era el himation. . Se envolvía alrededor del torso, se pasaba por debajo del brazo izquierdo y se sujetaba en el hombro derecho, de modo que la tela sobrante cayera sobre el brazo derecho y pudiera sujetarse con varios alfileres pequeños. 

 Representación gráfica del Himatión
 
Tanto hombres como mujeres llevaban sandalias, confeccionadas con cuero labrado o de color púrpura.  Las botas eran el calzado habitual de soldados, cazadores y hombres activos. 
Los sombreros de los hombres eran muy variados (el truncado, el de ala pequeña y el truncado extendido). El pilos era un gorro sin alas, confeccionado con fieltro o con lana, que a veces se llevaba debajo del casco. Las mujeres  utilizaban pañuelos, que se colocaban de modo que dieran dos vueltas a a la cabeza. 
Los antiguos griegos admiraban la tonalidad rubia y algunas personas se esforzaban por aclararse el cabello lavándolo con flores amarillas o usando un ungüento especial. El cabello largo se consideró afeminado sólo aceptable para ancianos, jóvenes o niños. Las mujeres lo llevaban con una raya en medio, ondulado y hacia atrás, y con las orejas al descubierto. A veces se recogía mediante una cinta, tira, diadema o cadena de perlas.

Complementos griegos. 

 
LA VESTIMENTA EN ROMA

Lo que conocemos sobre el modo de vida de los romanos se centra en las clases altas. Los romanos dividían su vestimenta en dos categorías principales: las indumenta, conjunto de prendas que se pasaban por la cabeza y que sólo se quitaban para dormir, y el amictus, vestimenta que se enrollaba o se drapeaba  alrededor del cuerpo.

Representación gráfica de la vestimenta romana.


La ropa de la mujer estaba hecha con materiales ligeros, como algodón y seda de la India, y en gran variedad de colores como azul, amarillo y rojo intensos, verde mar y rosa claro. La prenda indispensable era la estola. Era una prenda que llegaba a la altura del tobillo y que tenía mangas amplias, a menudo se sujetaba con cierres y se ceñía en dos puntos, debajo del pecho, con un cierre llamado cingulum, y en la cadera, con un succincta, un cinturón ancho. Debajo las mujeres podían llevar una subucula, un vestido suelto sin mangas, así como el strophium, un corpiño hecho de tela sin almidonar. 

Los hombres vestían con sencillez. La túnica básica de manga corta se llevaba en casa. También podía llevarse en lugares públicos con una faja, cuando estaba provista de un portamonedas para guardar dinero y otros objetos de valor. Al principio se llevaba a la altura de la rodilla, pero más tarde se alargó hasta el tobillo.
  

La prenda romana de mayor renombre es la toga. La llevaban sobre una falda corta y más adelante sobre una tunica. Llegó a medir, aproximadamente, 5’5 metros de largo y 3`5 metros de ancho. Su enorme tamaño implicaba que para colocársela era necesaria la ayuda de un esclavo. Igual que la túnica, era una prenda reservada a los ciudadanos romanos, en especial a las clases acomodadas; no la podían llevar ni los esclavos ni los extranjeros. 

Representación de la toga romana en una escultura. 

La prenda exterior más utilizada era la lacerna, un capote hecho con una pieza rectangular de lana de extremos redondeados, se envolvía sobre los hombros, se sujetaba a éstos o en el cuello con un broche, y en ocasiones tenía una capucha que se podía quitar y poner. Otras prendas exteriores eran el sagum, similar a una manta en distintos tonos de lana roja, que llevaban los soldados y la paenula, capa de lana para la lluvia que llevaban principalmente los campesinos.
En cuanto a calzado, la mayoría de los ciudadanos llevaban la carbatina, una sandalia fabricada con una pieza lisa de cuero que cubría la forma natural del pie y que se sujetaba con una correa. En las épocas de mal tiempo llevaban botas abiertas o cerradas. Las mujeres tenían menos opciones que los hombres, llevaban sandalias, calcei (botas a la altura del tobillo) y botas que llegaban hasta más arriba de la pantorrilla. 
Las mujeres llevaban anillos, pulseras, collares, pendientes y elaboradas fíbulas.

Joyas romanas

   La mayor parte de los ciudadanos romanos llevaban el cabello corto y peinado hacia delante, la calvicie se consideraba una deformidad, por lo cual los hombres calvos llevaban peluca o trozos de cabello postizo pegados a la calva. Los esclavos, como símbolo de su situación, llevaban el cabello largo y no se afeitaban. Los esclavos liberados, por el contrario, se afeitaban la cabeza y llevaban un gorro de lana como marca de distinción. Las mujeres al principio llevaban el cabello bastante natural, con raya en medio y recogido en la nuca con un moño o una cola de caballo. Posteriormente, podía ondularse, rizarse o llevarse ligeramente enrollado y bajo a la altura de la nuca. Otro estilo muy común consistía en llevar un flequillo de rizos muy tupidos. 
 

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